Finis Terrae La vida en Fisterra gira en torno al puerto pesquero y la lonja. En la parte antigua podemos apreciar el ambiente marinero en las estrechas y retorcidas calles, en las casas con balcones o patines, en las plazas, en las tabernas y tascas típicas, donde se sirve la mejor materia prima del mar. Descubrir Fisterra es como viajar en el tiempo. Es el fin del mundo, el Mare Tenebrosum de los romanos, el último escollo en "El Camino" del largo peregrinaje. Cuatro playas rodean el pueblo: Langosteira, situada a la entrada, un precioso arenal de 2 km de longitud. Cala de Corbeiro, hay que caminar desde el castillo de San Carlos hasta el final del paseo marítimo. Ribeira, playa urbana al abrigo del rompeolas. Mar de Fora, salvaje y solitaria, saliendo del pueblo en dirección noroeste.
Comarcal C-550
Tipo de acceso Coche, autobús